“Creo que no necesito un masaje.”
“No estoy segura de qué técnica sea buena para mi, ni de cuánto debería pagar por ella.”
“Una vez me hice un masaje y no me hizo nada.”
“No me gusta mi cuerpo y me da vergüenza.”
“No quiero que me dé masajes una desconocida.”
“No sé si podré comprometerme a hacer un tratamiento.”
“Tuve una mala experiencia una vez.”
“No sé si mi marido aceptará de buena gana que yo haga este gasto.”